SANTO DOMINGO.- Masiva fue ayer la asistencia a la Feria del Libro 2013. Fluido escenario de un sábado que vio niños, jóvenes y adultos transitar calles, pasear estantes y disfrutar el ambiente de un encuentro que ofrece mucha feria, comercio...y libros.
Aunque resulta innegable la valía del encuentro para acercar la cultura a los ciudadanos, la realidad es que la cantidad de asistencia no necesariamente significa mayor consumo de lectura. De hecho, la apreciación de algunos vendedores, es que este año por ejemplo, las ventas no han despegado todavía. Y aunque este podría ser un enfoque mercantilista, resulta un indicador para saber cuántas "manos a los libros" llegan.
Conocedora del tema, Ruth Herrera, directora de Ediciones Generales del Grupo Santillana, explica que el crecimiento del mercado lector dominicana no es una curva ascendente. "Más bien con altibajos, así que crece y decrece, o se estanca. Depende de un libro que se pegue. Y descansa en consumidores de libros de historia dominicana".
"Domina el "universo" Trujillo, avatares y movimientos político-sociales de la década del 60 y los 12 años de Balaguer, casi en este mismo orden), libros de negocios y autoayuda/superación, novelas bestsellers". "Niños y jóvenes de colegios privados son un mercado "cautivo", que leen una cantidad de obras literarias infantiles y juveniles en los distintos géneros, cuentos, poesía, teatro, novelas infantiles".
Son los detallistas, grandes cadenas comerciales y liberrias quienes mueven los volúmenes de compra de las editoriales en el país.
Así, citando a Ruth, un libro que pegue en un año (un bestseller) hace buena parte del presupuesto de un año. Pueden ser de ficción o no ficción. En el caso de su editorial, la saga Crepúsculo, Memorias de una geisha, Trujillo. El tiranicidio, Vivas en su jardín. Memorias de Dedé Mirabal, La breve y maravillosa vida de Oscar Wao", cita la directora
Aunque resulta innegable la valía del encuentro para acercar la cultura a los ciudadanos, la realidad es que la cantidad de asistencia no necesariamente significa mayor consumo de lectura. De hecho, la apreciación de algunos vendedores, es que este año por ejemplo, las ventas no han despegado todavía. Y aunque este podría ser un enfoque mercantilista, resulta un indicador para saber cuántas "manos a los libros" llegan.
Conocedora del tema, Ruth Herrera, directora de Ediciones Generales del Grupo Santillana, explica que el crecimiento del mercado lector dominicana no es una curva ascendente. "Más bien con altibajos, así que crece y decrece, o se estanca. Depende de un libro que se pegue. Y descansa en consumidores de libros de historia dominicana".
"Domina el "universo" Trujillo, avatares y movimientos político-sociales de la década del 60 y los 12 años de Balaguer, casi en este mismo orden), libros de negocios y autoayuda/superación, novelas bestsellers". "Niños y jóvenes de colegios privados son un mercado "cautivo", que leen una cantidad de obras literarias infantiles y juveniles en los distintos géneros, cuentos, poesía, teatro, novelas infantiles".
Son los detallistas, grandes cadenas comerciales y liberrias quienes mueven los volúmenes de compra de las editoriales en el país.
Así, citando a Ruth, un libro que pegue en un año (un bestseller) hace buena parte del presupuesto de un año. Pueden ser de ficción o no ficción. En el caso de su editorial, la saga Crepúsculo, Memorias de una geisha, Trujillo. El tiranicidio, Vivas en su jardín. Memorias de Dedé Mirabal, La breve y maravillosa vida de Oscar Wao", cita la directora