El ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, trató ayer con el expresidente Hipólito Mejía, el tema de la seguridad nacional y los movimientos de protestas que se han registrado en los últimos días.
Según informaciones ofrecidas por fuentes enteradas de la reunión celebrada en el despacho del funcionario, no se trató de una visita de cortesía, sino de un encuentro a petición de Fadul para tratar con el exmandatario sobre las protestas, ya que se tiene informaciones de que dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y de sectores vinculados están detrás de las mismas para desestabilizar el país.
La fuente informó que en principio se había planteado la posibilidad de que Fadul acudiera a la residencia de Mejía, pero el exmandatario prefirió acudir a la sede de Interior y Policía para tratar sobre el tema.
En la reunión estuvo presente el importante dirigente Hernani Salazar, exdirector de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, en el gobierno de Mejía.
Pide no usar violencia
En una nota enviada luego a los medios de comunicación, el exmandatario llamó a las organizaciones de la sociedad civil y a los grupos populares a no usar la violencia como método para reclamar sus reivindaciones, exhortándoles a que ponderen la delicada situación económica que enfrenta el país.
Mejía lamentó los incidentes escenificados el pasado martes en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde murió un coronel de la Policía y varios civiles resultaron heridos. Manifestó su preocupación porque se use a la UASD para el desarrollo de la lucha popular, ya que es el centro de formación superior de los más pobres del país. Sostuvo que le preocupa este atentado contra los estudiantes y el coronel de la Policía Nacional.
Mejía hizo una exhortación por el bien de la nación y de un sector del que el país depende como es el turismo, “por lo que no podemos alocarnos”.
Favoreció que se reclamen las reivindicaciones que se quieran, pero que se haga dentro de un marco de respeto. El exmandatario destacó que como hace muchos años hombres y mujeres supieron entender y defender con dignidad y honor su país, “nosotros también debemos hacerlo”. En ese sentido, se solidarizó con el pronunciamiento del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, de que el nivel de violencia en el país es alarmante.
Sobre si detrás de estos hechos de violencia hay sectores políticos, el expresidente manifestó que detrás de todo movimiento social hay un aspecto político, por lo que los problemas económicos y sociales llevan a lo político, pero en lo personal dijo que no está en eso.