En los
alrededores de la denominada “Bomba de los Mina” los peatones luchan por
abrirse paso entre las decenas de vendedores ambulantes que obstruyen
las aceras y contenes con sus variopintas mercancías.El lugar,
convertido en mercado improvisado, también es escenario para la
celebración de cultos cristianos, en el que cada lunes varios
evangélicos se congregan a vociferar cánticos y alabanzas. El cuadro lo
completan los motoconchos y choferes de carro público que acostumbrados
al desorden se atraviesan en medio de las estrechas calles a la espera
de pasajeros que se dirigen hacia Sabana Perdida o La Barquita.
Es así
como en medio del caos, la conocida intersección, conformada por la
avenida San Vicente de Paúl y la calle Fernández Navarrete, en el sector
Los Mina, se convierte en el lugar perfecto para los “descuidistas” o
“amantes de lo ajeno” que actúan sólos o en grupos, aprovechando
cualquier momento de distracción de los ciudadanos para despojarlos de
carteras, billeteras, teléfonos celulares y artículos de fácil acceso.
Quienes
hacen vida en el lugar narran que los pillos se mueven sigilosamente en
busca de su presa hasta dar con el incauto que encuentren desprevenido.
“Por aquí
pasa uno todos los días, que parece hasta un licenciado, bien vestido,
encorbatado pero es un ladronazo”, afirma el motoconchista José
Bautista, quien trabaja en el lugar desde hace más de diez años. Narra
que aunque muchas veces estos delincuentes son sorprendidos por la
Policía, son absueltos a los pocos días porque “se hacen los pendejos”.
Los descuidistas operan más en paradas del transporte que son muy
concurridas.
Hay presencia policial, pero...
Aunque la
zona cuenta con un dispositivo de seguridad compuesto por seis agentes
de la Policía Nacional y varios agentes de la Autoridad Metropolitana de
Transporte (Amet) los robos se cuentan por decenas, principalmente en
horas de la noche.
Los
agentes del orden se limitan a conversar entre ellos y aparentan estar
igual de distraídos como cualquier transeúnte. “Mire, después de las
5:00 de la tarde esto es zona apache. Ellos (los policías) hasta cogen
sus pesitos de esos ladrones”, afirma uno de los hombres que lleva el
registro y control de los carros del concho hacia Villa Faro.
Ana
Jiménez, quien diariamente aborda el transporte público para ir a su
trabajo afirma que siempre está alerta para evitar ser víctima de los
ladrones. “Hay que andar mosca porque los tígueres andan al acecho. Uno
intenta no llamar mucho la atención para que no lo ´tumben´ (roben)”,
agregó.
Ladrones prefieren los lugares más concurridos
A los
“descuidistas” se les encuentra en todas partes: paradas de transporte,
autobuses, centros comerciales, hospitales públicos y en cualquier lugar
donde haya un gran flujo de personas. Expertos en seguridad recomiendan
algunos consejos para evitar ser víctima de estos desaprensivos, como
no usar ropa ostentosa, ni joyas valiosas; evitar el uso del teléfono
celular en la calle, llevar sólo el dinero que va a utilizar y
distribuirlo en varias partes y sobre todo, permanecer siempre alerta
mientras esté en la calle.