Los más
de 72 mil maestros del sector público del país celebran hoy su día en
medio de incansables luchas reivindicativas, tras la conquista de la
dignificación de la labor docente y, por ende, de su calidad de vida.
Aunque
los maestros lograron este año un aumento de un 20% a su salario base
que era de RD$8,700, así como la aplicación de un 10% en 2014 y un 10%
en 2015, los ingresos de los docentes siguen siendo de miseria, ya que
no les alcanza para suplir sus necesidades básicas.
Los más
sufridos son los ocho mil maestros jubilados y pensionados que a pesar
de haber dado entre 30 y más de 40 años al servicio docente, reciben un
salario mensual de RD$5,117, lo que no les alcanza siquiera para comprar
los medicamentos para tratar las enfermedades adquiridas, en su
mayoría, fruto del trabajo docente.
Hay 23 mil profesores jubilados y pensionados.
Las
maestras Gilda Fedora D’Oleo Montero, quien cumplió ayer sus 81 años de
edad, y Melba Altagracia Guzmán, con 76 años, al ser entrevistadas
conversaron sobre las satisfacciones que sienten al haber dedicado
tantos años a la enseñanza.
Se
formaron e iniciaron su profesión vocacional en 1952, bajo el régimen
dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo. Narraron las vejaciones y
dificultades que sufrieron durante el ejercicio de su carrera.
En plena
labor docente D’Oleo Montero cuenta que fue víctima de medidas
arbitrarias. También, Guzmán fue detenida junto a otras de sus
compañeras por el gobernador de su provincia natal, La Vega.
No
importaron las dificultades que de toda índole padecían esas maestras,
pues la vocación, la entrega, y la responsabilidad por el compromiso
que asumieron con el país las mantuvieron firmes para la formación de
varias generaciones.
Como
ellas, miles de maestros sufren las consecuencias de un sistema
educativo que no les remunera con justicia, que tiene una seguridad
social deficiente e ineficaz, un plan de retiro que no reconoce su
entrega. La mayoría de los maestros dominicanos no tiene vivienda propia
ni vehículo.