Con un
funeral en el palacio de deportes de la localidad de Pozzuoli (sur de
Italia) y al que asistió el primer ministro italiano, Enrico Letta,
Italia despidió a las 38 víctimas mortales del accidente del pasado
domingo, cuando un autobús se despeño por un viaducto.
La
ceremonia fúnebre comenzó con la lectura de los nombres de las 38
víctimas, la más joven una chica de 16 años, todos ellos familiares y
amigos de localidades de la zona y que solían organizar excursiones.
Cientos
de personas llenaron el palacio de los deportes de Pozzuoli, localidad
de la provincia de Nápoles, para dar el adiós a sus vecinos, mientras
que los familiares se encontraban sentados rodeando los 38 ataúdes.