El consuelo se escapó de la familia de Rosalina Ynoa González quienes desgarrados por el dolor sepultaron este mediodía de hoy los restos de la directora de la Unidad de Análisis y Coordinación de Cooperación Internacional del Ministerio de Economía, quien murió en el accidente ferroviario en Santiago de Compostela, España.
Mientras su cadáver, ya en el cementerio Cristo Redentor, era rodeado por toda su familia, entre lágrimas y sollozos, su esposo, Leonardo Alberty De Jesús, recordó como conoció a su compañera y el sentimiento que desde ese momento los unió, el cual definió como “un amor extremadamente extraño, porque son cosas que Dios te las manda, pero tú no te das cuenta”.
Desde entonces su prioridad era casarse y lograr tener una familia decente y responsable, lo que según Alberti, lograron construir él y Rosalina. Dice que su motivación creció con la llegada a sus vidas de sus cuatro retoños: Sally, Leonardo, Manuel Alberti y Alberti De Jesús.
“Le doy gracia a Dios por haberme puesto a mi lado una persona con tantos valores como lo desee siempre. Sé que ella estará a mi lado acompañándome y dándome las pautas para guiar a nuestros hijos”, sostuvo con palabras entrecortadas.
El afligido padre agradeció al pueblo dominicano por la atención y preocupación que mostraron desde que la noticia de la desaparición de Ynoa empezó a circular por los medios de comunicación; al presidente Danilo Medina y al Gobierno; al ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo por todo el apoyo brindado.
Al sepelio acudieron familiares, funcionarios y compañeros de trabajo entre otros.