La situación polÃtica dominicana se caracteriza en los actuales
momentos por una posición de firmeza del Partido de la Liberación
Dominicana (PLD) y un evidente debilitamiento de sus rivales
tradicionales: los partidos Revolucionario Dominicano (PRD) y Reformista
Social Cristiano (PRSC).
En lo que respecta a Danilo Medina, un presidente surgido del PLD, se puede decir que goza de buena aceptación popular, pese a que en su primer año de gobierno no tiene muchas cosas positivas qué exhibir. Le ayuda el hecho de que luce ser más honesto, más organizado y mejor intencionado que su antecesor, Leonel Fernández. El simple hecho de que haya logrado mantener la estabilidad económica en momentos de turbulencias externas e internas es, de por sÃ, un gran logro suyo.
Actualmente hay una “luna de miel” entre la población y el Gobierno, la cual se mantendrÃa en la medida que este último pueda enfrentar con éxito los problemas del paÃs, la mayorÃa de los cuales (delincuencia, criminalidad, alto costo de la vida, inflación, apagones, tráfico y consumo de drogas, etc) tienden a incrementarse. Si Danilo Medina logra reducir estos problemas, se fortalecerÃa polÃticamente y también se fortalecerÃan los lideratos emergentes del PLD; si no logra cambiar el estado de cosas, uno y otros se debilitarÃan y Leonel podrÃa emerger de nuevo.
En cuanto a Leonel Fernández, hay la percepción de que su figura e influencia tiende a disminuir debido a los cuestionamientos públicos que se le han hecho, unos con razón y otros de manera injustificada. Precisamente, el hecho de que su sucesor luzca tener los atributos mencionados, le dejan mal parado, a pesar de que desde el actual gobierno no se le ha enfrentado, perseguido ni puesto zancadillas.
Aunque Medina ha dicho que no buscará la reelección presidencial (de hecho la Constitución se lo prohÃbe), si hace un buen gobierno pasarÃa a ser en el PLD una figura de primer orden y más decisiva que Leonel. No hay que ser adivino para asegurar que el enfrentamiento entre ambos no será ahora, sino cuando llegue el momento del PLD elegir sus candidatos para las elecciones del 2016 y los dos sustenten posiciones diferentes.
Independientemente de una cosa o la otra, es seguro que pronto se abrirá una brecha para el surgimiento de nuevos liderazgos dentro del PLD, y que quienes tengan mejores cabos atados podrÃan resultar los más favorecidos.
En lo que respecta a Danilo Medina, un presidente surgido del PLD, se puede decir que goza de buena aceptación popular, pese a que en su primer año de gobierno no tiene muchas cosas positivas qué exhibir. Le ayuda el hecho de que luce ser más honesto, más organizado y mejor intencionado que su antecesor, Leonel Fernández. El simple hecho de que haya logrado mantener la estabilidad económica en momentos de turbulencias externas e internas es, de por sÃ, un gran logro suyo.
Actualmente hay una “luna de miel” entre la población y el Gobierno, la cual se mantendrÃa en la medida que este último pueda enfrentar con éxito los problemas del paÃs, la mayorÃa de los cuales (delincuencia, criminalidad, alto costo de la vida, inflación, apagones, tráfico y consumo de drogas, etc) tienden a incrementarse. Si Danilo Medina logra reducir estos problemas, se fortalecerÃa polÃticamente y también se fortalecerÃan los lideratos emergentes del PLD; si no logra cambiar el estado de cosas, uno y otros se debilitarÃan y Leonel podrÃa emerger de nuevo.
En cuanto a Leonel Fernández, hay la percepción de que su figura e influencia tiende a disminuir debido a los cuestionamientos públicos que se le han hecho, unos con razón y otros de manera injustificada. Precisamente, el hecho de que su sucesor luzca tener los atributos mencionados, le dejan mal parado, a pesar de que desde el actual gobierno no se le ha enfrentado, perseguido ni puesto zancadillas.
Aunque Medina ha dicho que no buscará la reelección presidencial (de hecho la Constitución se lo prohÃbe), si hace un buen gobierno pasarÃa a ser en el PLD una figura de primer orden y más decisiva que Leonel. No hay que ser adivino para asegurar que el enfrentamiento entre ambos no será ahora, sino cuando llegue el momento del PLD elegir sus candidatos para las elecciones del 2016 y los dos sustenten posiciones diferentes.
Independientemente de una cosa o la otra, es seguro que pronto se abrirá una brecha para el surgimiento de nuevos liderazgos dentro del PLD, y que quienes tengan mejores cabos atados podrÃan resultar los más favorecidos.