Ocurrió el 2do. debate televisado de las elecciones presidenciales brasileña. La norma: cualquier candidato podía preguntar a cualquier otro candidato. Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), apuntó a la candidata Marina Silva: "¿Cómo se las va arreglar para conseguir todo el dinero que necesita para cumplir todas las promesas que está haciendo?". La candidata socialista respondió con vaguedades, sin cifras. Y Rousseff contraatacó: "Usted habla y habla pero no responde". Así Dilma intentó retomar la iniciativa electoral, acorralando a Marina, acusándole de falta de concreción y de arroparse en discursos vaporosos. Marina acusó a Dilma de miopía para ver sus propios errores y le recordó la (mala) marcha de la economía brasileña, que acaba de entrar en lo que los especialistas denominan "recesión técnica". El 3ro. en discordia, Aécio Neves, del más conservador Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), pasó casi desapercibido. Dilma apuntó a otro punto flaco del programa de Marina: la explotación de los recursos petrolíferos en aguas profundas de Brasil: "Usted no se compromete con nada. Su discurso está lleno de frases genéricas". Marina también pegó duro: "No es justo que diga que cuando el país va bien es porque usted lo hace bien, y cuando va mal es por culpa de la crisis económica de los otros países. Sus errores los está pagando la gente que no tiene buenos servicios y que salió hace más de un año a protestar a la calle a por eso".
Marina Silva antes de ingresar al estudio había dicho preferir "el debate sereno antes que el embate" pero durante el programa se mostró inusualmente enérgica al rebatir los argumentos de Rousseff, con quien mantiene una antigua enemistad política. Cuando ambas fueron ministras del gobierno de Lula (entre 2003 y 2008), se cruzaron en disputas intensas: Rousseff defendiendo la construcción de grandes obras de infraestructura en la Amazonia contra el parecer de Marina, adversa a las represas que causaron deforestación.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). 2do. debate electoral en Brasil 2014 (¡privilegiados! En la Argentina nunca ocurrió algo semejante desde 1983).
Entre el 1er. debate y el 2do. debate, la candidatura de Marina Silva tomó una velocidad impresionante. Ella ya está arriba en las encuestas. Es un cambio notable en el escenario y que condicionó todo lo que sucedió en esta ocasión.
En esta oportunidad, otra vez el debate fue televisado por la cadena de TV SBT, con la coparticipación del diario Folha de S.Paulo, el portal UOL y la radio Jovem Pan.
La mecánica fue que los postulantes debieron responder preguntas incómodas de periodistas, como una dirigida a Marina Silva sobre porqué no divulgaba los nombres de las empresas que la contratan para dar conferencias por las que ganó algo cerca de US$1 millón desde el 2010.
"Eso depende de las empresas que me contrataron", respondió Marina, llevando a Dilma Rousseff a comentar que "la transparencia es importante en la democracia".
Marina Silva reiteró que el actual gobierno brasileño no reconoce sus errores y que por eso no puede enfrentarlos ni resolverlos.
Dilma le preguntó porqué despreciaba las riquezas petroleras de Brasil "envidiadas en el mundo" y recordó que en el programa de gobierno de Marina Silva, de 242 páginas, "hay apenas una línea sobre el pre-sal", en relación a los recursos petroleros hallados por Brasil en la década pasada. También sugirió que Marina tendría problemas de gobernabilidad en caso de llegar a la Presidencia.
"Sin apoyo en el Congreso Nacional no es posible asegurar un gobierno estable", dijo Dilma.
En tanto, otro presidenciable, el senador Aécio Neves, también cargó contra Dilma, a la que responsabilizó por llevar al país a la recesión e hizo hincapié en sus promesas de retormar el sendero del crecimiento económico.
"Habrá una herencia perversa de este gobierno, que fracasó", dijo Neves.
Negar la recesión
En el 2do. debate televisado entre los candidatos, Dilma Rousseff ha intentado contener el pesimismo y dijo que Brasil "no está en recesión", a pesar de que el PIB ha caído -0,6% en el 2do. trimestre, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
En el 1er. trimestre la economía también se contrajo (-0,2%), lo que los principales rivales de Rousseff, Marina Silva (Partido Socialista de Brasil, PSB) y Aécio Neves (Partido de la Socialdemocracia Brasileña, PSDB) han aprovechado para atacar su gestión. La Presidenta ha respondido alegando que la Bolsa lleva 7 meses seguidos de beneficios, que Brasil está entre los 5 países del mundo que reciben más inversión y que no se han destruido puestos de trabajo.
Silva ha contestado rápidamente que ese panorama "maquillado" es el principal problema de Rousseff: "Dilma no es capaz de reconocer los errores, y si no los reconoce no los puede corregir", ha dicho, abriendo un tenso cara a cara entre ambas que refleja el nuevo escenario tras las últimas encuestas.
Rousseff ha reprochado a Silva que use constantemente "frases hechas" que no sirven a la hora de gobernar, cuando hay que tomar decisiones al día siguiente. También le ha echado en cara su falta de compromiso, igual que Neves, que ha subrayado que el principal reto de la ahora favorita es "superar las enormes contradicciones de su programa".
"Este es un país muy grande, muy complejo que necesita que las políticas sean observadas por la presidenta, se necesita un gestión con experiencia", declaró Rousseff en el debate ocurrido en el estudio de SBT.
"Yo fui elegida para hacer avanzar aún más el legado dejado por el presidente Lula (da Silva), y preparar a Brasil para un nuevo ciclo de desarrollo, para construir un Brasil más moderno, más inclusivo, más productivo, más competitivo", puntualizó Rousseff.
"Ahora el hijo de un trabajador puede ser médico, viajar en avión" gracias a programas como Prouni (becas para estudiar en universidades privadas), la Bolsa Familia y Brasil Sin Miseria, enumeró la Jefa de Estado.
Ella agregó que con el plan Más Médicos, en el que trabajan cerca de 11.000 facultativos procedentes de Cuba, "dimos atención a 50 millones de personas que no contaban con asistencia médica" en la región norte del país y las barriadas pobres de las capitales.
Esas palabras de Rousseff resumen lo que fue parte de su discurso basado fundamentalmente en reivindicar las políticas sociales y, en especial, asociar su gestión a la de su correligionario, el muy polémico (por la corrupción de su gente), Luiz Inácio Lula da Silva, líder del PT.
Marina Silva antes de ingresar al estudio había dicho preferir "el debate sereno antes que el embate" pero durante el programa se mostró inusualmente enérgica al rebatir los argumentos de Rousseff, con quien mantiene una antigua enemistad política.
Cuando ambas fueron ministras del gobierno de Lula (entre 2003 y 2008), se cruzaron en disputas intensas: Rousseff defendiendo la construcción de grandes obras de infraestructura en la Amazonia contra el parecer de Marina, adversa a las represas que causaron deforestación.
Marina dijo hoy que si fuera electa su modo de gobernar será muy distinto al de su adversaria, conocida por su estilo tecnocrático y el celo con que observa la actuación de cada ministro.
"Yo le digo a la candidata (Rousseff) que el país se gobierna con líderes, los ex presidentes Lula (da Silva) y Fernando Henrique (Cardoso) eran líderes, se necesita un liderazgo nuevo no una gerente", lanzó Marina Silva.
Poco antes del inicio del debate en la TV Bandeirantes, la TV Globo divulgó una encuesta sobre intención de voto para el 05/10, según datos de Ibope: Rousseff cuenta con el 34% de intención de voto, Marina Silva con el 29%, y Aecio Neves con el 19%.
El sondeo indica, además, que en caso de realizarse una 2da. vuelta el 26/10, ganaría Marina Silva con el 45%, contra el 36% de Rousseff.
En otra consulta, de la agencia de opinión pública GDA, Rousseff tiene el 34,2% de las intenciones de voto, Marina Silva el 28,2% y Aecio Neves el 16% para la 1ra. vuelta.
Para la 2da. vuelta, Marina llegaría a 43,7 % frente al 37,8% de Dilma.
El comentarista Gerson Camarotti, de la cadena TV Globo, afirmó que ambas encuestas coinciden en la tendencia pero que por lo pronto no se puede garantizar la victoria de Marina.
"Lo que sí tenemos como un dato constatado, cierto, es que el crecimiento de Marina causó mucha preocupación en el comando de campaña de Dilma y más aprehensión aún en el de Aecio Neves, porque su desventaja parece difícil de ser remontada", completó el analista.
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