En el gráfico de E&R se aprecia en la lÃnea roja punteada la trayectoria asintótica que tiene la apreciación del tipo de cambio real de Argentina, lo cual implica que ya no queda mucho más margen para que el tipo de cambio real continúe apreciándose en el corto plazo. De acuerdo con esta visión, la apreciación real puede continuar algunos meses. Es más, según la estimación de la trayectoria asintótica (lÃnea punteada roja), la apreciación podrÃa probablemente continuar (no hay certeza) hasta durante el 1er. trimestre de 2015.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (EconomÃa & Regiones). En octubre pasado, según el Ãndice oficial del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, los precios al consumidor se incrementaron un 1,9% mensual, lo cual implica una suba interanual de 39.9% y un incremento acumulado de 31.1% en los primeros 10 meses de 2014.
En lÃnea con los datos de la Ciudad, el IPC Congreso registra una suba interanual de 41,3% interanual y una inflación acumulada de 33.5% en los primeros 10 meses. En pocas palabras, en 2014 la inflación es mucho más fuerte que en 2013 cuando acumuló un alza de 26.5% entre enero y diciembre.
Sin embargo, esta aceleración inflacionaria se verifica principalmente en la primera mitad del año. Entre enero y mayo de 2014 la inflación promedió un 3.4% mensual, duplicando el aumento de precios de los primeros 5 meses de 2013 (1.7% mensual).
Esta aceleración de la inflación acontecida en los primeros 5 meses de 2014 fue consecuencia del mayor ritmo de devaluación. En enero / mayo de 2014, el tipo de cambio oficial se incrementó un 26%, casi cuadriplicando la devaluación del 7% correspondiente al mismo perÃodo de 2013.
> 3ro. y principal, entre junio y octubre 2014 el gobierno devalúa menos de la mitad de lo que lo habÃa hecho en 2013 utilizando un tipo de cambio nominal cuasi fijo como ancla anti inflacionaria.
Concretamente, entre junio y octubre 2014 la devaluación nominal ascendió a 5% (punta a punta), mientras que en el mismo perÃodo de 2013 habÃa sido 12%.
Porque las expectativas de inflación impactan más fuertemente y son más determinantes a la hora de explicar el aumento del nivel general de precios que el nivel de actividad y el desempleo.
Justamente, las expectativas de inflación son las que aseguran un piso muy elevado para la inflación. Las expectativas de inflación se trasladan a precios instantáneamente y su impacto es directo y pleno, no como el nivel de actividad y el desempleo que impactan con más retraso y en forma indirecta.
Es más, si la gente tiene expectativas de más inflación, la inflación se acelerará. De hecho, la inflación bajarÃa en forma genuina y sustentable si y sólo si la gente pensase que habrá menos inflación.
Por eso, lo primero que tiene que lograr un plan anti inflacionario es “convencer a la gente que la inflación va a bajar”.
Y el problema es que las expectativas de inflación son muy elevadas y no ceden terreno. De acuerdo al promedio de la encuesta de expectativas de inflación de la UTDT (Universidad Torcuato Di Tella), a nivel nacional la inflación esperada se ubica en 37,6% anual. Para que baje la inflación, sus expectativas de inflación deben bajar.
Con expectativas de inflación inflexibles a la baja, sólo se logró bajar la inflación de un promedio mensual de 3.4% (entre enero y mayo) a 2.4 %2 (entre junio y octubre) mediante la aplicación de un tipo de cambio cuasi fijo y a costas de una profundización de la caÃda del nivel de actividad y un aumento del desempleo.
La inflación del 2.4% promedio mensual implica una inflación anualizada del 33%. En el mismo sentido, una inflación promedio mensual del 2.2% es una inflación anualizada del 30%.
Que si se pudiera mantener un incremento de precios de 2.4% ó 2.2% mensual todos los meses durante los próximos 12 meses, la actual inflación interanual observada de 41% convergerÃa a 33% o 30% dentro un año; justamente en el momento de las elecciones presidenciales.
¿Es posible mantener la inflación mensual en los niveles actuales de 2.2% (2.4%) para que la inflación baje a 30% (33%) anual dentro de 12 meses?
Sin cambios profundos en la polÃtica macroeconómica en general y en particular en la polÃtica fiscal y monetaria, sólo una profundización de la recesión y un aumento del desempleo lo lograrÃan, pero enfrentando altos costos en materia social y electoral.
Es más,si se tiene en cuenta que el PBI cerrarÃa el último trimestre de este año cayendo al 4.9% y que la contracción promediarÃa 3.2% en 2014, serÃa poco probable que se pudiese reducir más la inflación por medio de estos mecanismos.
Sin cambios profundos y en contexto recesivo, al gobierno sólo le queda la opción de prolongar y acentuar el uso del tipo de cambio nominal cuasi fijo como ancla anti inflacionaria para procurar que la inflación baje del 41% al 33%/30% anual dentro del 12 meses.
¿Es esperable que la actual polÃtica cambiaria, de dólar cuasi fijo, se mantenga un año más?
En la actualidad, la inflación del 2014 se comió toda la devaluación de enero pasado y la de los últimos meses, y actualmente el tipo de cambio real se ubica en los mismos niveles de diciembre 2013.
Si la actual polÃtica de micro devaluaciones de 1% mensual se mantuviera durante los próximos 12 meses, el dólar oficial cerrarÃa en $8.61 (dic’14) y $9.7 (dic’15).
Con una inflación de 2.2%4 mensual, que es 30% anual, dicha trayectoria implicarÃa una apreciación del tipo de cambio real de $1 (octubre’14) a $0.98 (diciembre’14) y $0.87 (diciembre’15); es decir un 13% más apreciado que antes de la devaluación de enero 2013.
Es decir, teniendo en cuenta la trayectoria temporal del tipo de cambio real hacia su equilibrio, vemos poco probable que la actual polÃtica cambiaria pueda continuar por un año más, ya que conducirÃa al tipo de cambio real a un nivel sobre apreciado.
El tipo de cambio real de Argentina viene apreciándose sostenidamente hace años, convergiendo hacia su valor de equilibrio Sin embargo, dicha convergencia se está tornando asintótica debido al cambio de contexto internacional: baja en el precio de los commodities, finalización de los estÃmulos monetarios de la FED, el fortalecimiento del dólar y la esperada suba de tasas en 2015.
Justamente, en el gráfico adjunto se aprecia en la lÃnea roja punteada la trayectoria asintótica que tiene la apreciación del tipo de cambio real de Argentina, lo cual implica que ya no queda mucho más margen para que el tipo de cambio real continúe apreciándose en el corto plazo.
De acuerdo con esta visión, la apreciación real puede continuar algunos meses. Es más, según la estimación de la trayectoria asintótica (lÃnea punteada roja), la apreciación podrÃa probablemente continuar (no hay certeza) hasta durante el 1er. trimestre de 20155.
En este punto, si nuestro análisis fuera correcto, el gobierno se enfrentarÃa con la necesidad de devaluar para impedir una mayor apreciación del tipo de cambio real, que afectarÃa muy negativamente a los sectores productores, dado el actual escenario de falta de credibilidad, expectativas negativas e inconsistencias de polÃtica económica.
Sin embargo, si el gobierno devaluara, la inflación volverÃa a acelerarse y el tipo de cambio real nuevamente se apreciarÃa, convergiendo otra vez rápidamente hacia la trayectoria asintótica (lÃnea punteada roja) de manera de acercarse nuevamente hacia el equilibrio de largo plazo, que está más en lÃnea con los tipos de cambio reales de los otros paÃses de la región.
En este contexto, hay que tener en cuenta que los otros paÃses de la región comienzan a devaluar (sin traslación a precios) contra el dólar y deprecian sus tipos de cambios reales en relación a los niveles que tenÃan en 2012 y 2013, estableciendo un piso más elevado para la apreciación cambiaria argentina.
En sÃntesis, parece complicado que la actual polÃtica cambiaria de dólar oficial cuasi fijo y micro devaluaciones de 1% mensual pueda ser mantenida por un año más.
Por el contrario, serÃa probable que en la primera parte de 2015 el gobierno tuviera que decidir una devaluación mayor.
De esta manera, con el encarecimiento potencial del dólar, la inflación mensual volverÃa a acelerarse ubicándose nuevamente por encima del 2.2%/2.4% actual, impidiendo que la inflación bajase de 41% a 33%/30% anual.
En pocas palabras, la actual polÃtica de dólar oficial cuasi fijo que se utiliza como ancla anti inflacionaria se abortarÃa y la inflación anual no bajarÃa.
No es una respuesta sencilla. Lo que sà está claro es que en 2015 no se podrÃa repetir lo sucedido en 2014.
Es decir, en 2015 no serÃa viable devaluar un 23% en enero y luego volver a utilizar el tipo de cambio cuasi fijo como ancla anti inflacionaria, ya que en diciembre ’15 el tipo de cambio real terminarÃa en niveles muy similares a los que se obtendrÃa manteniendo la actual polÃtica cambiaria durante los próximos 12 meses.
Porque una nueva devaluación “one shot” (23% como en enero’14) provocarÃa un aumento de las expectativas de inflación (el público ya tiene conocimiento y ajusta precios cada vez más rápido) y una profundización de la caÃda de la demanda de dinero, con lo cual la inflación del próximo año se acelerarÃa en relación a 2014.
Esto se aprecia claramente en el gráfico, donde se observa que con la lÃnea naranja (replicando la polÃtica del 2014 a lo largo de todo el 2015) se terminarÃa casi con el mismo tipo de cambio real que con la lÃnea azul (continuando la polÃtica actual) para fines de 2015; perforando en ambos casos la tendencia asintótica del tipo de cambio real (lÃnea roja punteada del otro gráfico adjunto).
Este mensaje y la lista de suscriptores a quienes es enviado cumple con lo establecido en la la Ley Nº 25.326 Art. 27 Inc. 3 (Ley de "Habeas Data") de la República Argentina.
Copyright 2013 Urgente 24 | Todos los derechos reservados.
Dele clic para ampliar esta noticia http://noticiard.com/ con nosotros siempre estará comunicado y te enviamos las noticias desde que se producen, registra tu Email y estara más informado.