En el pasado, España era el país privilegiado por Arabia Saudita a la hora de elegir contratistas. ¿Qué ocurrió que todo es tan diferente hoy día?
Juan Carlos I camina de la mano con Salman bin Abdulaziz al Saud, príncipe heredero y ministro de Defensa saudí.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Catar se proclamó campeón de la Copa del Golfo de fútbol, al imponerse en el estadio Rey Fahd de Riad a la anfitriona Arabia Saudí, que dirige el español Juan Ramón López Caro, por 1-2.
Saud Ali Khariri, a los 16', adelantó al conjunto local, pero la selección catarí igualó a los 18' por medio de Almahdi Ali Mukhtar y marcó el tanto de la victoria a los 58' con gol de Boualem Khoukhi.
Catar gana el torneo 10 años después. En 2004, ganó como local a Omán tras la tanda de penales.
Arabia Saudí no se proclama campeona desde 2003, y ésta es su 3ra. final seguida perdida.
El fútbol no anda bien para la casa salafista pero quieren levantar 11 estadios en 2 años, tal como si fuese que el próximo Mundial fuese en Arabia Saudita y no en Rusia... ¿Es para competir precisamente con Catar, al que le toca al turno 2022?
La inversion prevista para los 11 estadios suma US$4.400 millones, y la decisión la tomará Aramco, la empresa petrolera y de construcciones de la Casa real saudita, que comanda el príncipe heredero Salman Bin Abdulaziz Al Saud.
"Arabia Saudí, uno de los países más ricos del mundo, está en construcción. Sus proyectos de infraestructuras para los próximos años suman alrededor de 90.000 millones de euros y empresas constructoras de todo el mundo se pelean por hacerse con los contratos.
(...) Pero hacer negocios en Arabia Saudí no es fácil. A la competencia de grupos franceses, alemanes, estadounidenses... se suman los códigos locales de cortesía y la obligación de estar en permanente contacto con altos funcionarios y miembros de la familia real para rematar los contratos. (...)".
El amigo español de la monarquía saudita es Juan Carlos I de Borbón, quien ya no es el rey porque abdicó a favor de su hijo, Felipe VI.
Todo indica que no ocurrió una delegación de las relaciones y los negocios. En este caso, ¿los sauditas estarían convocando a Felipe VI a allanarse a las formas y prácticas?
Otra interpretación: ¿Juan Carlos I está forzando que los grupos empresariales españoles convoquen a los Borbón para resolver esta cuestión tan grave?
Y vaya si lo es: Aramco elegirá entre 9 consorcios en los que no participa ninguna empresa española cuando tienen 3 grandes grupos constructores con presencia internacional: ACS, FCC y OHL.
Aramco elegirá entre las siguientes UTE (Unión Transitoria de Empresas), en las que siempre hay una compañía local:
> Consolidated Constractors Company (Saudi)/Strabag (Austria),
Unos dicen que un grave error español fue proponer consorcios sin sauditas, argumentando que tenían suficiente experiencia por haber ejecutado los estadios de Polonia y Ucrania 2012 (fue un torneo compartido, tal como Corea Japón 2002).
Por ejemplo, FCC (la constructora que pasó de Esther Koplowitz a Carlos Slim) levantó 4 estadios para ese evento europeo, además del recinto olímpico parasini La Peineta, y el valenciano nuevo Mestalla.
¿Para qué presidirá Florentino Pérez el Real Madrid si su consorcio ACS no consigue que la corona saudita le adjudique la construcción de un estadio?
Otra interpretación adjudica a los españoles haber incumplido el calendario en la ejecución del tren de alta velocidad entre La Meca y Medina. Pero esa obra la había conseguido el entonces rey Juan Carlos I, negociando sigilosamente con los sauditas.
Los españoles tendrán que revisar el mecanismo, probablemente... aunque no faltan quienes sostengan que el mundo no acaba en Arabia Saudita, y hay otros mercados donde hacer negocios.
Pero hay una cuestión más que considerar, y no es secundaria: Corinna zu Sayn-Wittgenstein, quien era la amante de Juan Carlos I, era la intermediaria de los intereses españoles ante Arabia Saudi desde 2008... hasta que el escándalo la quitó de España (hoy día realiza tareas similares para la Casa Grimaldi, en Mónaco).
Corinna mantiene una relación muy cercana con Mohamed Eyad Kayali, hombre de confianza del príncipe Salman Bin Abdelaziz Al Saud. Kayali fue quien pagó la famosa cacería de Juan Carlos I que terminó en fractura de cadera, polémica nacional, salida de escena de Corinna y más tarde abdicación.
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