En tal sentido la diputada MarÃa Elena Torresi de Mércuri (Cambiemos) señaló que la "igualdad de condiciones" fue establecida por la Convención de los Derechos PolÃticos de la Mujer de las Naciones Unidas, de la que Argentina es signataria y a la que adhirió por ley nacional.
En el marco de la celebración del DÃa Internacional de la Mujer en el Anexo de la Cámara de Diputados, el vicepresidente del cuerpo, Manuel Mosca; el secretario provincial de Derechos Humanos, Santiago Cantón; y la diputada Torresi de Mércuri ,concretaron un homenaje a las legisladoras que hace 20 años participaron de la histórica sesión "en que se garantizó por ley un espacio destinado a canalizar la enorme vocación polÃtica y de servicio de la mujer bonaerense para llevar mejoras a la calidad de vida de los conciudadanos".
La legisladora de Cambiemos hizo una muy interesante comparación al señalar que cuando se trató el proyecto modificatorio del artÃculo 32 de la ley electoral N°5.109, "sobre 92 bancas apenas 7 estaban ocupadas por mujeres y que luego de aplicar la ley de Cupo en 1993, la representación femenina creció a 28 escaños".
En tono reivindicatorio de mayor participación de las mujeres en los cuerpos colegiados, Torresi de Mércuri enfatizó que "el 50% de la sociedad debe estar representada", para concluir afirmando que "la participación activa e igualitaria de las mujeres implica asumir el desafÃo de humanizar la polÃtica y es un desafÃo que estamos dispuestas a afrontar".
La ley de cupo femenino fue una norma innovadora que sentó un modelo para otros paÃses. Con su promulgación en 1991, la Argentina fue el 1er. paÃs del mundo que estableció un porcentaje mÃnimo de candidaturas de mujeres exigible a todos los partidos polÃticos.
Si bien las mujeres fueron protagonistas de la lucha contra la dictadura militar y el proceso de democratización, su presencia polÃtica no era reconocida en la definición de las candidaturas partidarias.
El cupo contribuyó a instalar la idea de que la ausencia de mujeres en ámbitos de decisión es problemática para la democracia porque muestra una brecha entre la igualdad formal y la real.
La ley de cupo impone un criterio de equidad en la selección de candidatos, afirmando el derecho de las mujeres a participar como agentes activas en la toma de decisiones públicas.
Y la inclusión femenina en el Congreso favoreció la emergencia de voces expresivas de perspectivas sociales novedosas que instalan nuevos temas en la agenda parlamentaria, particularmente en materia de igualdad de género, defensa de derechos y cuestiones sociales.