“Cuando se habla de Navidad, hay que hablar de Guavaberry en San Pedro de Macorís”. Lo dice Juan Silié Dunker por cocolo y porque sabe. En Rincón Cocolo, junto a su tía Margarita Dunker, mantiene viva la tradición cocola y con ello, encienden el espíritu de la Alegre Navidad. En el barrio Miramar, cerquita del malecón, se vive la cultura cocola. Huele a mar y se escuchan las olas cuando se enfrentan a la orilla. Las casas guardan el encanto de una época de bonanza, de azúcar amarga y puerto de espanto. Se sirve menú cocolo: sopa de habichuelas, pan cuco, torta, pavo relleno y por supuesto el Guavaberry. Una manera sabrosa de honrar sus raíces. Del árbol de Arrayán, sale el Guavaberry. Cualquiera se engaña con la nobleza de una frutilla tan pequeña y de un rojo tan perfecto que parece mentira. Sin saber que su increíble sabor da para todo: licor, mermelada, torta, pasteles, jugo o jalea. Margarita cuenta que el Guavaberry lo trajeron de San Martin y se estableció como una tradición: “Cuando llegaba la Navidad, los Guloyas salían a cantar, tocar las puertas y ellos no se iban hasta que le daban su licor de Guavaberry”. Y no es para menos, el sabor del Guavaberry seduce al paladar más exigente: “Se pone a hervir 4 o 5 horas, luego le echamos canela, clavo dulce, malagueta, todas las especias dulces que uno tiene” ¡Irresistible! El ritmo del famoso “Good morning, good morning, good morning, mi Guavaberry” que identifica tan bien a los cocolos, adquiere un sabor especial en Navidad. El gobierno de Danilo Medina desea para ti, tus familiares y amigos, a los hijos, nietos y biznietos de los cocolos y a todos los dominicanos, una muy feliz Navidad y un 2018 lleno de alegrías y prosperidad. #AlegreNavidad |