Más allá de si su nombre aparece en los lideratos individuales de la Liga Nacional, el dominicano Fernando Tatis Jr. está protagonizando una impresionante temporada de novato.
Pero el fenómeno de los Padres de San Diego finamente tendrá suficientes turnos para calificar para esos lideratos durante este mes, por primera vez desde que perdió el mes de mayo a causa de una lesión de corva.
Al paso que lleva está a 10 partidos de verse elegible para los lideratos más relevantes. Para ese momento, Tatis podría encontrarse a las puertas de la historia.
De terminar la campaña con el mejor promedio de bateo de la Liga Nacional, sería el jugador más joven en ganar un campeonato de bateo en la historia de las Grandes Ligas.
Estaría en buena compañía, superando a dos miembros del Salón de la Fama, Al Kaline y Ty Cobb, los únicos jugadores de 20 años en lograr tal hazaña.
Pero hay que tener claro que no lo tendrá fácil. Batea .325, 12 puntos detrás de Jeff McNeil de los Mets y Bryan Reynolds de los Piratas, que lideran esa categoría, y también tiene por encima a Christian Yelich (.336) de los Cerveceros.
“Yo estoy pensando en eso”, dijo Tatis, “pero claro que es algo que me gustaría ganar. Para mí es muy importante empezar mi carrera bien y ponerme esa base”.
Ningún bateador de los Padres ha ganado un título de bateo del Viejo Circuito desde que Tony Gwynn ganó su octavo hace 22 años. El premio que le dan al líder de bateo de la Nacional ahora lleva el nombre de Gwynn, quien bateó .372 en 1997.
Es poco probable que Tatis llegue a las alturas de aquellos promedios de bateo que dejaba Gwynn, quien ligó .338 de por vida. Pero en una época en la que se le pone cada vez menos énfasis al promedio, los Padres confían en que estará entre los líderes individuales año tras año.
“En algún momento lo va a lograr”, dijo Johnny Washington, coach de bateo de los Padres, cuando se le preguntó por las posibilidades de que Tatis gane una corona de bateo. “Nosotros creemos que es un jugador capaz de ser Jugador Más Valioso. Es un talento único y nada de lo que hace me sorprende”.
Por un lado, la forma de batear de Tatis debe de traducirse en un promedio elevado. Aunque su tasa de ponches es un poco alta, cuando hace contacto, normalmente es fuerte. Esta temporada ya conectó una bola a 115 millas por hora y ha sonado 36 batazos a 105 mph o más.
Combinado con velocidad élite y sólida capacidad de reconocer los picheos, Tatis tiene las herramientas ideales para mantener un alto promedio.
“Tiene herramientas que otros no tienen”, siguió Washington. “Corre y le pega a la bola con más fuerza que muchos. Hay algunas noches en las que conecta tres batazos al cuadro y son tres hits. Otras noches batea tres balas y no hay imparable, pero a largo plazo los números van a estar a su favor”.
Ante los ojos de los Padres lo más impresionante de la temporada de novato de Tatis ha sido su aplomo. En múltiples ocasiones ha lucido perdido en plato comenzando un juego, sólo para cerrar con un hit crucial en las entradas finales.
“Tuve muchos problemas en las menores y aprendí a no regalar turnos”, indicó Tatis. “Esos turnos son los que al final del año, en vez de batear .297 o .298, vas a estar bateando .308. Esos turnos cuentan y son importantes, no puedes regalarlos”.
Washington asegura que Tatis tiene “cierta calma, una confianza natural”, y añadió que no “anda buscando números”, sino que está detrás de la grandeza.
En estos momentos, esos números son grandiosos. Tatis tiene 97 hits en 300 turnos. Para optar al título de bateo, un jugador debe tener 3.1 visitas al plato por cada partido de su club, y Tatis tiene 334.
Salvo una lesión habrá sumado con facilidad las visitas al plato necesarias cuando los Padres terminen su temporada el 29 de septiembre en Arizona.
Ese día tendrá 20 años y 270 días de nacido, lo que le permitiría superar por 10 días a Kaline y por 17 a Cobb como el campeón de bateo más joven de la historia.
Tatis no se está preocupando por la parte histórica del logro. Pero no esconde que sería algo significativo para él.
“Sería algo grande”, dijo Tatis. “Significaría mucho para mí. Y pondría la vara bien alta arrancando mi carrera. Así es que quiero que sea”.