El cinco por ciento de todos los cánceres son hereditarios y, en concreto, en los cánceres de mama y ovario esta cifra puede llegar hasta el 10 por ciento de casos debido a que la paciente es portadora de una mutación o variante genética que podría identificarse con un test genético y permitir así identificar el riesgo de padecer la enfermedad e implementar medidas preventivas y terapéuticas de manera precoz.