El alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, aseguró este domingo (04/01) que las obras que se llevan a cabo para la disputa de los Juegos Olímpicos-2016 están cumpliendo el cronograma aunque admitió el problema de contaminación en la bahía de Guanabara. Sin embargo, las obras representan un verdadero dolor de cabeza para la presidenta, Dilma Rousseff debido a que el costo de las 'exclusivas' pasó de 5.600 millones de reales en enero pasado a 6.500 millones (cerca de 2.950 millones de dólares) en julio de 2014, con la inclusión de nuevos proyectos.
El alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes (C), visita la construcción del Parque Olímpico para los Juegos de 2016 en Rio de Janeiro, el 19 de diciembre de 2014
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- El 2do mandato de Dilma Rousseff inició con más escándalos de corrupción y un giro en la economía, en lo deportivo concretó el mundial de fútbol que terminó con la derrota de la selección nacional, ahora la mandataria brasileña debe afrontar la continuidad de las obras para la disputa de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
En un intento de disfrazar las deficiencias en sus obras, el alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, aseguró en una entrevista publicada este domingo (04/01) en el portal G1 que reprodujo la agencia de noticias AFP que las obras para los Juegos Olímpicos-2016 están cumpliendo el cronograma aunque admitió el problema de contaminación en la bahía de Guanabara.
Paes, en el cargo desde 2009, dio por superada así la crisis que se abrió en abril de 2014 cuando el vicepresidente del Comité Olímpico Internacional (COI), John Coates, afirmó que los preparativos de los Juegos-2016 eran “los peores” que había visto, según informó un cable de la agencia AFP.
En consecuencia, el alcalde de Río de Janeiro justificó en declaraciones a ese portal que reprodujo AFP que “creo que eso tuvo mucho que ver con aquel momento, estábamos en vísperas del Mundial y el estadio de apertura no estaba listo. Había un mal humor en relación a la capacidad de Brasil de organizar, una desconfianza muy grande”.
Por lo tanto, el funcionario manifestó que “ahora estoy muy optimista. Las cosas están bien encaminadas, aunque no es un desafío fácil, son obras complejas, entregas difíciles. Pero yo diría que está todo bajo control”.
Tratando de esquivar las similitudes con la polémica organización del Mundial-2014 -Paes declaró en diciembre de 2014 que los preparativos de una Copa son “mucho más fáciles” que los de unos juegos olímpicos-, el alcalde de Rio defendió la transparencia del presupuesto de 37.600 millones de reales (unos 14.000 millones de dólares).
Según datos de la alcaldía de Rio, el 57% de los fondos proceden de inversores privados.
“Hay que recordar el ambiente un año y medio antes de la Copa del Mundo y cómo está a un año y medio de los Juegos. No hay ningún escándalo, ninguna denuncia de sobrefacturación, las obras están en el precio, la mayor parte de recursos proceden de dinero privado”, defendió Paes, en referencia al descontento de la población respecto al presupuesto gastado en el Mundial, que desembocó en una histórica ola de protestas en junio de 2013.
Lo cierto es que los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 significan otro dolor de cabeza para la presidenta Dilma Rousseff debido a que el costo de las obras exclusivas pasó de 5.600 millones de reales en enero a 6.500 millones (cerca de 2.950 millones de dólares) en julio de 2014 con la inclusión de nuevos proyectos.
Con la actualización, el presupuesto total de los Juegos de Río subió, hasta julio de 2014, a 37.600 millones de reales, de los cuales 24.100 millones son para obras de infraestructura en la ciudad y 7.000 millones para la operación del comité organizador.
El nuevo valor fue presentado en la actualización del documento que incluyen los compromisos asumidos por los entes gubernamentales asociados exclusivamente a la organización y realización de los Juegos.
El documento también mostró que entre los 52 proyectos exclusivos de la realización del evento, un 71 por ciento está asignado o con las obras ya iniciadas. En enero de 2015, el 46 por ciento de los proyectos estaba en esas etapas.
El Complejo de Deodoro, que abarca 11 proyectos de construcción y adecuación de instalaciones deportivas que albergarán las pruebas de 11 modalidades olímpicas, tiene un costo estimado en 835 millones de reales. Las obras en el lugar están atrasadas y son una de las mayores preocupaciones del Comité Olímpico Internacional (COI). La licitación del parque de Deodoro prevé que las obras sean concluidas en el primer semestre de 2016.
Uno de los problemas a los que se enfrenta, sin embargo, la organización es la contaminación de la Bahía de Guanabara, donde se realizarán las pruebas de vela. Un plan para limpiar sus nauseabundas aguas está en marcha, pero las autoridades ya reconocieron que podrán alcanzar sólo un 80% como máximo antes de los Juegos.
“Las inversiones se están haciendo y tenemos mucha confianza en que las cosas van a estar bien. Hicimos un evento de prueba en agosto y fue un éxito. La limpieza debería haberse hecho hace mucho tiempo. Es una vergüenza tener la bahía contaminada”, afirmó Paes.
Durante el primer test olímpico de vela celebrado en agosto de 2014 en estas aguas, el campeón olímpico australiano Nathan Outteridge se topó con un perro muerto en sus entrenamientos. Los navegantes reportaron además gatos, ratas, sillas, mesas y maletas flotando en el agua.
Además, los ambientalistas y navegantes habían advertido que sería difícil sanear a tiempo la sede olímpica debido a la situación actual, ya que la basura se acumula tanto en las aguas como en los márgenes de la bahía. La sede recibirá en agosto el primer evento oficial de prueba de los Juegos.
Entre las medidas previstas está el lanzamiento de licitaciones para más de siete “ecobarcos”, que recogen residuos sólidos de la superficie del agua, y nuevas barreras ecológicas que retienen la basura en la desembocadura de los ríos.
La contaminación de la bahía de Guanabara se suma a otros problemas que afrontan los organizadores de los Juegos, incluyendo la falta de un presupuesto completo y obras atrasadas.
En la propuesta de la candidatura de Río para los Juegos, el presupuesto total previsto era de 29.000 millones de reales, pero las autoridades de la ciudad alegan que las cifras del 2009 deben ser actualizadas por la inflación.
En comparación, los Juegos de Londres tuvieron un costo total de 8.900 millones de libras, equivalente a cerca de 33.600 millones de reales.
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