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La noche cuando los latinos invadieron Venecia

 
 
Urgente24.com  |13/09/2015 Compartir Urgente24 twitter facebook rss urgente24.com google plus
 
 
 
Alerta | CINE
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La noche cuando los latinos invadieron Venecia

Sólo 2 de las 21 películas en concurso en la Mostra de Venecia eran latinoamericanas pero esas 2 ("Desde allá", del venezolano Lorenzo Vigas; y "El clan", del argentino Pablo Trapero), ganaron los 2 premios más importantes, el León de Oro al mejor filme y el León de Plata al mejor director. Vigas convenció al jurado presidido por el realizador mexicano Alfonso Cuarón con su ópera prima, una película compleja que, con la excusa de una historia de amor homosexual, hace un retrato sin concesiones de la dura realidad social de Caracas. Y Trapero presentó su thriller terrible por tratarse de hechos reales, historia de una época complicada de Argentina, la del final de la dictadura y el comienzo de la democracia, cuando delincuentes que habían gozado de protección gubernamental decidieron 'privatizarse', como la familia Puccio.

Nacido en 1967 en la ciudad venezolana de Mérida, Lorenzo Vigas es graduado en Biología Molecular pero estudió cine en la New York University durante los '90, antes de rodar documentales y anuncios y de debutar en el cortometraje con 'Los Elefantes Nunca Olvidan', estrenado en 2004 en el Festival de Cannes. Hijo del fallecido pintor y muralista Oswaldo Vigas, llevaba 7 años intentando armar su debut, coproducido por el joven cineasta mexicano Michel Franco y el guionista Guillermo Arriaga.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La ópera prima del director venezolano Lorenzo Vigas se llevó el premio a la mejor película en el prestigioso Festival de Cine de Venecia. 
 
El argentino Pablo Trapero logró el León de Plata a mejor director por “El clan”.
 
Latinoamérica triunfa en la 72 Mostra de Venecia: 2 películas que confirman la potencia de un cine que en 2015 ha conseguido premios en los festivales internacionales más importantes del cine, como el Oso de Oro de Berlín para “El Club”, del chileno Pablo Larraín, o el de mejor guion en Cannes para Michel Franco por “Chronic”.
 
Y que dejaron sin premio a las grandes favoritas del festival, “Francofonia”, del ruso Alexander Sokurov, o el documental “Beixi moshuo (Behemoth)”, del chino Zhao Liang.
 
Fue reconocida la original apuesta de Charlie Kaufman y Duke Johnson, con su historia de animación “Anomalisa”, que recibió el Gran Premio del Jurado, y también “L'hermine”, la comedia del francés Christian Vicent, que ganó el premio a Mejor Guion, mientras que su protagonista, Fabrice Luchini, se llevó la Copa Volpi.
 
El Premio especial del Jurado fue para la turca “Abluka”, de Emin Alpero, y el Marcello Mastroianni al mejor actor joven para el niño Abraham Attah, que a sus 14 años impresionó a todo el mundo con su interpretación de un niño soldado en “Beasts of No Nation”, de Cary Fukunaga.
 
Pero el gran protagonista de la noche fue el cine latinoamericano: fue la 1ra. vez que un filme latinoamericano recibe el máximo galardón en Venecia, premio que “será muy bien recibido en un país en el que hemos tenidos problemas en los últimos años y espero que esto ayude un poco”, afirmó Vigas al recoger el León de Oro, que no fue concedido por “absoluta unanimidad”, tal como reconoció el presidente del jurado, el mexicano Alfonso Cuarón, aunque al final sí hubo “un enfoque unánime”.
 
Cuarón aseguró entre risas que le habían dado un montón de dinero por haber premiado a las 2 películas latinoamericanas en competición pero aseguró que “la presidencia tiene el mismo efecto que en las decisiones políticas tienen el rey o la reina de Suecia. Todos teníamos los mismos votos, es más una cuestión representativa”.
 
Lo que el palmarés reflejó es el resultado de las discusiones de todos sus miembros y cada uno de ellos consiguió defender las películas que más les gustaban.
 
Y la que más apoyos consiguió fue el “Desde allá” de Vigas, una película rodada en una caótica Caracas, testigo de una historia de amor contenida, con un gran Alfredo Castro como protagonista: él actúa de un técnico dental homosexual que busca a jóvenes con los que mantener relaciones en el marco de la crisis social que vive Venezuela.
 
“Quiero dedicar este increíble premio a mi país, Venezuela”, un país con problemas pero, que, agregó: “somos muy positivos, somos una increíble nación y no vamos a parar de hablar unos con otros” hasta solucionarlo todo. Y terminó con un grito: “¡Viva Venezuela!”.
 
Por su parte, Trapero reconoció que el León de Plata superó sus expectativas. “Me había regresado a Buenos Aires, llegué el miércoles y el viernes nos pidieron que volviera. No sabía exactamente de qué premio se trataba y a medida que pasaba la ceremonia, me fui poniendo muy contento”.
 
“Venecia es un festival por el que siento mucho cariño, me he formado viendo cine italiano y mucho salió de aquí” y recordó que su primera película, “Mundo grúa” (1999), se proyectó en Venecia, por lo que se siente muy agradecido por ser premiado por la Mostra y por un jurado al que admira mucho.
 
“Es la primera vez en la historia que tenemos un filme en Venecia", dijo un emocionado Vigas, refiriéndose al cine venezolano. El realizador admitió que el premio “será muy bien recibido en un país en el que hemos tenidos problemas en los últimos años y espero que esto ayude un poco”. Durante la recogida de la estatuilla, Vigas quiso resaltar la generosidad del guionista y director mexicano Guillermo Arriaga, que le ayudó a escribir el guión y le hizo “llegar al límite”. Además, también tuvo palabras de agradecimiento para los productores que le acompañaron en este proyecto, entre ellos el realizador mexicano Michel Franco, y otros como Gabriel Ripstein, Rodolfo Cova o el actor chileno Alfredo Castro.
 
Mientras, Pablo Trapero logró el León de Plata al mejor director por “El clan”, una película que trata el caso policial del Clan Puccio, que conmovió a la sociedad argentina a principios de la década de los '80. Trapero presentó un thriller terrible por tratarse de hechos reales y que también es una historia resultado de una época complicada de Argentina, la del final de la dictadura y el comienzo de la democracia, con delincuentes sueltos que habían gozado de la protección gubernamental como la familia Puccio.
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