En este cuatrienio del agua 2016-2020, trabajamos para proteger nuestros ríos y sus cuencas. En Loma 7 Picos, en Peralvillo, Yamasá, allí donde nace el Ozama y sus afluentes, hemos sembrado más de 800 mil árboles. Brigadas de campesinos pagadas por el gobierno, se esfuerzan por cuidar lo que ya había y seguir sembrando maderables y cacao. Con el pago a los campesinos para que siembren y nos cuiden ríos y arroyos y con la educación medioambiental, eliminamos razones para el conuco depredador. Favorecemos así también su inclusión al compromiso nacional que motoriza nuestro gobierno de sembrar agua buena para acueductos, producción agrícola y energética. El Ministerio de Medio Ambiente y las comunidades trabajamos para llevar agua y vida buena al Gran Santo Domingo. En buen dominicano, Santo Víctor García, trabajador del vivero, explica cómo si no sembramos árboles no habrá agua, y "sin agua 'tamo' frizao". |