Abogado nacido en el municipio bonaerense General Villegas, Gilberto Alegre participó de todos esos acontecimientos. Él está en polÃtica desde 1983, cuando fue electo presidente del Partido Justicialista de General Villegas y congresal provincial. Si bien ese año fue derrotado por la UCR en la elección por la intendencia municipal, en 1985 fue concejal por el Frente Renovador Justicia, Democracia y Participación.
En 1987 fue derrotado otra vez para intendente por la UCR y Antonio Cafiero lo designo director provincial de Promoción del Interior, en el Ministerio de Gobierno. En 1989 fue electo senador provincial por la 4ta. Sección Electoral y en 1991, vicepresidente 1ro. de la Cámara alta Bonaerense. Nunca más se fue de la polÃtica: reelecto senador, intendente (finalmente) por 5 mandatos consecutivos, es diputado nacional.
-Por ahora no parece realista trabajar sobre el supuesto de que en 2015 habrá un bloque con una mayorÃa semejante a la que tiene el Frente para la Victoria en 2014. No se va a renovar la totalidad de las bancas y entonces no habrá un reflejo legislativo directo de lo que ocurra en el comicio presidencial. Entonces, creo que será un perÃodo de negociaciones intensas y de búsquedas de acuerdos. Esa situación será muy diferente a la práctica legislativa del Frente para la Victoria, que consiste en intentar imponer, doblegar, derrotar antes que construir consensos.
-¿Cómo describirÃa la agenda legislativa del Frente para la Victoria?
-No tiene agenda. El bloque oficialista funciona de acuerdo a las instrucciones puntuales que recibe del Ejecutivo. Es más: a menudo se le prohibe a los legisladores del Frente para la Victoria introducir alguna modificación, por simple que fuese, a los textos ordenados desde el Ejecutivo. Los diputados nacionales por el Frente para la Victoria desconocen cuáles serán las iniciativas que le girará el Ejecutivo, que responde al mismo Frente para la Victoria. Ni siquiera tiene acceso a los contenidos de los proyectos en forma previa a su ingreso a las comisiones de la Cámara. Entonces, ocurre algo muy habitual: que legisladores oficialistas, en privado, cuestionen los proyectos del Ejecutivo.
-Me da vergüenza decirlo pero no puedo mentirle: a menudo en la oposición hay actitudes funcionales al oficialismo. Prevalecen las conveniencias antes que las verdades. Hay superposición de proyectos en vez de trabajar en una iniciativa única en cada tema importante.
-Ninguna. Es necesario que el Ejecutivo muestre transparencia en el manejo de los fondos públicos, mucho más en este momento de dificultades tan severas. La inflación deteriora los salarios, afecta al consumo y condena a muchas familias a sacrificios impensados poco tiempo atrás. En estos momentos tan difÃciles para millones de argentinos, serÃa saludable para el sistema republicano que las autoridades nacionales mostraran vocación de cuidar los fondos públicos. Por eso un subsidio como el del FpT no puede quedar sujeto al manejo caprichoso de cualquier funcionario.
-Algo sobre la otra Cámara legislativa pero que es de gran actualidad: ¿pide licencia Amado Boudou, tal como se lo está sugiriendo el propio Frente para la Victoria?
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