La fuerte caÃda de hoy (lunes 27/07) coincide con el anuncio de un dato macroeconómico negativo, como ha sido la caÃda del 0,3% interanual en junio del beneficio de las principales firmas industriales chinas en contraste con el crecimiento de un 0,6% interanual que registraron en mayo, según informó la Oficina Nacional de EstadÃsticas.
Aunque en los últimos dÃas parecÃa que la situación tendÃa a estabilizarse y el martes pasado el Ãndice general de Shanghái llegó a superar la lÃnea psicológica de los 4.000 puntos, bajo la que se hundió durante esas tres semanas y media de caÃdas, el cierre de hoy resultó desolador.
Y es que el gigante asiático es una de las mayores preocupaciones de la comunidad en estos momentos. Mientras que Beijing se esfuerza por sostener una bolsa cuyos precios no son sostenibles, teniendo en cuenta la ralentización económica del paÃs, el temor a un pinchazo de varias posibles burbujas y el colapso de una bolsa que en los últimos doce meses ha subido un 150% hace tambalearse el mercado.
La fuerte caÃda de hoy (lunes 27/07) coincide con el anuncio de un dato macroeconómico negativo, como ha sido la caÃda del 0,3% interanual en junio del beneficio de las principales firmas industriales chinas en contraste con el crecimiento de un 0,6% interanual que registraron en mayo, según informó la Oficina Nacional de EstadÃsticas.
Las firmas industriales de la segunda economÃa mundial moderaron el mes pasado el descenso de sus beneficios en comparación con el retroceso de un 0,6 % interanual de mayo, pero continuaron con la tendencia a la baja que ha sido habitual en el último año.
A comienzos de mes, cuando la Bolsa china emprendió un acelerado descenso, las autoridades del paÃs acordaron poner en marcha una serie de medidas de emergencia para sostener al mercado que solo pueden ser temporales. "Los inversores temen que el Gobierno chino retire las medidas de apoyo al mercado. Una vez que desaparecieran, el mercado no podrÃa sostenerse por sà solo", avisa Sam Cho Yung, estatega de Delta Asia Securities, en declaraciones a Bloomberg.
Entre esas medidas excepcionales que puso en marcha China está la compra de acciones de compañÃas públicas por valor de US$4 billones, la posibilidad de que 1.400 empresas inhibieran su cotización y una ronda de financiación para las empresas por valor de 480 millones de dólares.
Otra razón del desplome de hoy es el aumento de la volatilidad en el mercado. En concreto, el Ãndice de volatilidad de la Bolsa de Shangai está en máximos desde 1997. El desplome de hoy en Shanghái y Shenzhen parece deberse una vez más a esa enorme volatilidad tan habitual en el mercado chino, especialmente sensible a los rumores y al ánimo de sus 90 millones de inversores individuales, en su mayorÃa aficionados sin nociones financieras, que han volcado sus ahorros en la renta variable.
Dado que su actividad supone 4/5 partes del volumen de negocio diario de las bolsas chinas, la actitud de estos inversores fue clave en los siete meses de burbuja alcista que hubo desde 2014 y en su fuerte pinchazo de junio y julio, que sólo pudo ser frenado con una fuerte intervención de las autoridades en los mercados.
Sin embargo, la bajada sin freno de Shanghái y Shenzhen sólo se frenó ese dÃa tras un anuncio policial. La Oficina de Delitos Bursátiles del Ministerio de Seguridad Pública (policÃa) y la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) dijeron estar investigando a las entidades y personas que hicieron “venta corta maliciosa” en los últimos minutos del dÃa, mientras PekÃn orquestaba intentos de salvar las pizarras.
Aquella jornada Shanghái se hundió un 5,9%, y Shenzhen otro 2,95%, pero en la mañana siguiente, prácticamente al minuto de que el viceministro de seguridad pública anunciara esa investigación, ambas bolsas se dispararon, en el caso de Shanghái para firmar su mejor jornada desde 2009, con ganancias de un 5,76%.
En este sentido, el analista advertÃa de que un mercado menos optimista en USA ante la perspectiva de subidas de tipos en el 4to. trimestre junto a la evolución de algunos precios en China podrÃan llevar a Beijing a abstenerse de continuara relajando su polÃtica.
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