La bolsa estadounidense ya había cerrado 2015 en negativo. Ahora se teme que el ciclo alcista 2016 en Wall Street haya acabado... y es año electoral. Alguna gente da sus motivos: > la sobrevaloración a la que ha llegado después de uno de los mayores y más largos 'rallies' (el S&P 500, desde marzo de 2009, ha subido un 170%); > el inicio de las subidas de tipos de interés, lo que merma rentabilidad y márgenes; y > la bajada del precio del crudo, que se deja sentir sobre la inversión. Otros creen que es precipitado hablar de un cambio de ciclo, aunque parezca. Estos dicen que, de momento, lo más correcto es encuadrar este movimiento dentro de una consolidación. En Goldman Sachs, por ejemplo, comentan que el beneficio por acción de las empresas estadounidenses habría caído 7% en 2015, hasta los US$106 por acción, pero esperan un rebote en 2016 y en 2017 de +11% y +8%, respectivamente. El crudo No ayuda el petróleo, que no gana estabilidad. El barril de petróleo Brent para entrega en marzo abrió en el mercado de futuros de Londres en US$27,68, un 0,71 % menos que al cierre de la jornada anterior. De este modo, el crudo está en su nivel más bajo en 12 años, por debajo de los US$28 el barril. En Nueva York, el crudo WTI quedó en US$26,55, una caída de 6,7%. En Londres, el Brent perdió 88 centavos para quedar en S$27,88. Este desplome provoca también turbulencias en Rusia, cuyas exportaciones de crudo y de gas representan más de la mitad de los ingresos presupuestarios del país. Parte de culpa de la imparable caída del petróleo la tienen las pesimistas previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que advirtió el martes 19/01 que el mercado se ahogará "en un exceso de oferta" este año. El retorno de Irán a los mercados petroleros, tras el levantamiento de las sanciones internacionales contra Teherán, contribuirá a ello, lo que provocaría más caídas de los precios del crudo, explicó la AIE en su informe mensual. "La caída en el conjunto de las commodities alcanza ya el 25% en 2016", apuntan desde la española Banca March, una de las gestoras que recomiendan "prudencia" en el momento actual de mercado. Otro ejemplo de ello es AndBank cuyos analistas reconocieron públicamente su intención de reducir a la mínima expresión la exposición a renta variable de sus fondos. Buscando resguardos "La búsqueda de refugio ha llevado a los inversores a vender acciones para comprar oro, bonos y divisas solventes. El oro es de los pocos activos que ha subido en lo que llevamos de año, hasta el 3,5%, y el bono alemán ha batido un récord al situar su rentabilidad anual en el 0,41%", apunta Victoria Torre, analista de SelfBank. El denominado 'índice del miedo', el VIX estadounidense, llegó a repuntar más de un 20% en los peores momentos de mercado (cuando los principales índices estadounidenses se dejaban cerca del 3%). Esto le devolvió a cotas de 30 puntos, no vistos desde los días posteriores al lunes negro del 24/08/2015. Ray Dalio, el fundador de Bridgewater Associates, uno de los fondos de cobertura más importantes del mundo, aseguró en la cadena de televisión CNBC, que, dadas las circunstancias actuales del mercado, la Reserva Federal debería implementar una nueva ronda de flexibilización cuantitativa ('QE') en lugar de subir tasas de interés. "Creo que un estímulo incrementaría la moral", indicó al programa 'Squawk Box', desde el Foro Económico Mundial de Davos. Este multimillonario inversor no se mostró demasiado optimista al justificar que si la correlación de los activos se mantiene activa y la situación sigue moviéndose en la dirección incorrecta, como ocurre en estos momentos, "veremos una depresión económica". De momento, es cierto que las expectativas del mercado sobre una posible subida de tipos de interés se han reducido significativamente: no se espera una nueva subida de tipos de interés de 25 puntos básicos hasta mediados de año. Y la Fed sólo subirán el precio del dinero una sola vez en 2016, por lo que a finales de 2016, la tasa de referencia podría permanecer en el 0,75%. Mal augurio "(...) Ahora que los peores augurios se están cumpliendo -veremos, en cualquier caso, cómo acaba el año-, los pronósticos de esos 'permabears' o analistas estructuralmente bajistas a los que se había dado por imposibles por 'cenizos', vuelven a cobrar relevancia en el universo mediático, donde ocupan cada vez mayor espacio, contribuyendo así a una suerte de caída colectiva del guindo. Ahora que lo dicen, algo de razón tenían... se oye por ahí. Entre los pesimistas seculares destaca, desde siempre y por lo radical de sus conclusiones, el estratega de Société Générale, Albert Edwards, que en los últimos años se ha estrellado con sus predicciones contra el muro de una 'performance' mucho mejor a lo por él aventurado. Sin embargo, en una reunión con inversores celebrada hace ahora 1 semana, anticipó una contracción del S&P500 del 75% hasta los 550 enteros, con argumentos muy similares a los que hemos ido recogiendo en esta columna durante meses: estancamiento, deflación, endeudamiento y devaluación son una muy mala combinación de la que solo puede surgir un cóctel explosivo. (...) Es verdad que lo que mueve en última instancia las bolsas son los beneficios empresariales pero, tal y como señalamos ayer en nuestro 'post', un entorno recesivo y deflacionario afecta a la actividad y a los márgenes, más allá de que en el caso concreto de Estados Unidos, y en opinión de Edwards, las firmas estén siendo 'poco prudentes en su gasto', endeudándose no tanto para acometer proyectos cuanto para recomprar sus propias acciones y mantener o aumentar de modo artificial sus resultados. Sin embargo, cuando se quita ese efecto y se va aguas arriba en la cuenta de pérdidas y ganancias, en la comparativa entre la deuda neta (bruta menos tesorería real) y el ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, amortizaciones y depreciaciones), la foto sale como que regular. (...) la depreciación de las divisas emergentes da miedo. (...) peor aún, los propios chinos esperan que se devalúe su moneda; por eso están repagando sus deudas en dólares como locos, antes de que sea demasiado tarde. Y tres, así pasa, que los bonos en billete verde de los emisores del mundo en desarrollo no los quiere ni el Tato. ¿Oportunidad?" Hoy Mario Draghi inaugura 2016 con su primera comparecencia ante los medios tras las reunión del Consejo de Gobierno del BCE. Hace solo 12 meses todas las miradas estaban puestas en el banquero italiano que anunció la aprobación del programa de compra de activos en base al cual adquiere 60.000 millones de euros en deuda desde marzo de 2015 hasta marzo de 2017. En la cita de este mes los inversores seguirán muy de cerca las palabras que pronuncie el presidente de la institución que intentará devolver la estabilidad a unos mercados muy revueltos en este arranque de año ¿Cuál es la situación actual del mercado? Complicado, volátil y fuertemente bajista. Las dudas sobre China y la crisis del petróleo han desatado una oleada de ventas en la renta variable mundial. |