“Cuando me diagnosticaron cáncer de mama, supe que mi vida iba a cambiar. Me preparé para luchar con ese monstruo que venía de frente a mí”. Ocurrió hace dos años. En una consulta de rutina. A Tatis Guevara, de 46 años, residente en Haina, provincia San Cristóbal, la atendieron en el Instituto Nacional de Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (INCART). Quimio y mastectomía. El Seguro Nacional de Salud (SeNaSa), le autorizó un millón de pesos para su tratamiento. "SeNaSa es lo mejor que tenemos en el país”, dice. A las nueve de la mañana, todos los días, Tatis va al INCART a hacer sus ejercicios. "Aprendí a quererme y a cuidarme. Soy una guerrera". |