Por las buenas o por las venas Realmente la vacuna del COVID se pone por el músculo, pero no rimaba. El asunto es que la vida está por ponérsele más complicada que comer sopa con tenedor a los no vacunados, por las nuevas medidas de Salud Pública que empiezan hoy: podrás andar en la calle a cualquier hora, pero tendrás que seguir usando mascarilla, manteniendo el distanciamiento y lavándote las manos. Tampoco se debe vender romo después de las 12 de la noche de lunes a viernes, y desde las 2 de la madrugada de los findes. Los negocios deberán estar a un máximo de 75% de capacidad; y todo evento de mucha gente (no especificaron cuánto es 'mucha gente') deberá sacar un permiso de Salud Pública. Vacunado hasta al colmado Esas medidas son para todo el mundo, esté vacunado o no. Pero la que tiene a los antivacunas botando humo por las orejas es la que arranca el día 18, que dice que todo el que sea mayor de 12 años tendrá que presentar su tarjeta de vacunación –con al menos dos dosis– para entrar a todos los lugares privados y públicos: desde bares y plazas, hasta el transporte público. Obviamente, ahora en los centros de vacunación no cabe ni un mandao, pero los que ni así se quieren pinchar tienen una alternativa: presentar una PCR negativa de máximo 7 días; o lo que es lo mismo, dedicar un presupuesto de más de 4000 pesos a la semana para andar siempre con una PCR al día. Como conocemos los hierros del camión, también recordaron que el Código Penal le achucha hasta 10 años de cárcel a quien se ponga a falsificar las tarjetas de vacunación. El fundazo fiscal Nos imaginamos que ya viste los supuestos cambios que trae la reforma fiscal que andan rodando en todas las redes sociales. Aunque nadie del gobierno ha dicho si la información es cierta o no, muchos medios ya la dan como buena y válida. Entre los cambios más drásticos que propondrá el gobierno, está la disminución del ITBIS de un 18% a un 16%, pero ampliando toda la cartera de productos que pagan este impuesto. Con respecto al Impuesto sobre la Renta, los empleados que ganen más de 72,000 pesos al año pasarían a pagar de un 25% a un 35%. Esto quiere decir que, si ganas 100,000 mensual, el Estado se embolsillará 35,000 pesos de tu dinero anualmente (o 2,917 pesos cada mes). Todos los otros rangos de ahí para abajo se quedarían como están. Si eres dueño de una empresa, te aumentarían el impuesto sobre el beneficio de un 27% a un 30% por tres años, y si le vendes al Estado, en lugar de retenerte un 5% del ISR, solo te retendrán un 1%. También planean eliminar algunas exenciones del sector turismo, textil y zona franca, y darle delete al reembolso de gastos educativos. Con esta reforma quieren recaudar unos 284,388 millones de pesos para repartirlos en los sectores: educación, salud, agua, energía, vivienda y subsidios sociales. Y hablando de impuestos… 136 países firmaron un acuerdo que ha estado de aquí para allá desde hace unos años, para poner el impuesto global mínimo a un 15% a las ganancias que tengan las empresas multinacionales, y así frenar la competencia de quien tenga los impuestos más bajos, que hace que las empresas muden sus sedes a otros países, como pasó hace unos años con Facebook, Apple y Google, que mudaron sus sedes europeas a Irlanda, porque pusieron su impuesto en un 12.5% para atraer inversionistas. Lo complicado viene ahora, porque falta que cada país lo apruebe a nivel interno (y esto podría ser un nuevo tema que de agua de beber en el Congreso), ya que desean arrancar en el 2023. Esto no le conviene a mucha gente, porque varios países de LATAM cobran solo un 30% de los beneficios, así que, si esto entra en vigencia, cobrarían sólo un 15%. Lo que sí puede traer es que pasen a mejor vida las offshore, porque desaparecerían los paraísos fiscales. |