| | Según la ONU, el 15 de noviembre de este año habrá 8000 millones de personas vivas al mismo tiempo, y aunque suena como que ya habrá demasiada gente respirando aire, las estimaciones de muchos científicos dicen que para el 2070 o el 2080 seremos entre 9400 y 10 400 personas en la Tierra. Pero después de ahí la población mundial, según las predicciones, irá como la canción Bomba: suavecito para abajo. En este brifeo te explicamos todo. | | Si nos llevamos de las proyecciones Las caídas de las tasas de fertilidad, si siguen como van, tendrán un impacto asombroso y acelerado a finales de este siglo y casi todos los países del mundo verán una disminución en la cantidad de gente, según un estudio que publicó la revista médica The Lancet. Ya hay 7 países —Japón, China, Irán, Italia, Brasil, India y Nigeria— donde la cosa se está poniendo color de hormiga y aunque están tomando medidas para tirarse el pleito con este posible problemazo, ya el palo está dado. Mucho terreno y poca gente El caso más alarmante de disminución de población lo tiene Japón que ya en la actualidad tiene la población más vieja del mundo y la tasa más alta de personas mayores de 100 años. Las estimaciones para ese país es que para finales de este siglo pasen de tener 128 millones de habitantes —según los cálculos de 2017— a reducirse a menos de 53 millones. Y para poner las predicciones más cerca de uno, los pronósticos oficiales indican que para el 2040 —o sea, en 18 años— la población anciana de Japón será más del 35%. Otro país que tiene un gran lío con la fertilidad es Italia. Así como Japón, se espera que los italianos pasen de 61 millones a 28 millones a finales del siglo. Los italianos tomaron medidas desde que comenzaron a notar la disminución y hace 5 años pusieron un programa que le daba a las parejas 900 dólares por cada nacimiento, y hace poco más de 3 años lanzaron programas para recibir familias migrantes en algunas de sus ciudades que se estaban quedando vacías. Pero con todo y todo, Italia todavía tiene una de las tasas más bajas de natalidad de la Unión Europea y una de las más altas de emigración —para 2018 se fueron más de 157.000 italianos de su país—. Un caso cercano Brasil también está en la tómbola de los países con las tasas de fertilidad en peligro y su caso está bien dramático porque pasaron de tener 6,3 nacimientos por mujer en 1970 a tener 1,7 en las estimaciones de los últimos años y esto es preocupante porque los países necesitan una tasa de fertilidad de 2,1 nacimientos por familia para que se mantenga el nivel poblacional. Para los brasileños la población bajará de 211 millones en 2017, a 164 millones en el año 2100. Y según un estudio hecho en el 2011 por el Centro de Investigación de Política Económica de Londres, las novelas brasileñas que enseñan familias pequeñas son las que han hecho que la gente quiera menos hijos. El caso más cercano Somos nosotros. La investigación «Misión Dominicana Envejece» enseñó que en el país también se está dando la disminución en las tasas de fertilidad, y aunque ahora hay 2,88 millones de personas entre los 10 y 24 años, se espera que para el 2050 —en 28 años— más del 16% tendrá más de 65 años. Ya estamos dando los primeros indicios de que quizás se dé la predicción, porque en el mismo estudio se demostró que el 23% de los hogares dominicanos está formado solamente por adultos mayores. Eventualmente todos llevaremos Porque según investigadores del Instituto de Evaluación y Métrica de Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, para el año 2100, 183 países de los 195 no tendrán las tasas de fertilidad que se necesitan para mantener el ritmo de la población actual, y los países que mencionamos antes se llevarán la peor parte porque su población se reducirá en más del 50%. ¿Y por qué está pasando? Unas de las principales razones son que las mujeres tienen mayor acceso a la educación, al trabajo, a métodos anticonceptivos y prefieren tener menos hijos; ah claro, y que en Brasil las mujeres se llevan mucho de las novelas, donde las familias son cortas. A eso se le suma que muchas mujeres prefieren tener hijos en edades más avanzadas y por eso terminan teniendo 1 o 2 hijos, y si lo comparamos con el pico de nacimientos que hubo en 1950 donde las mujeres de todo el mundo tenían en promedio 4,7 hijos, la cosa ha disminuido bastante. Se puede volver un problema Desde el punto de vista ecológico pudieras pensar que el hecho de que haya menos gente no es una mala noticia, sobre todo porque a menor población mundial, habrá menos emisiones de carbono y menos deforestación. Pero desde el punto de vista económico, eso puede significar un gran problema, porque mientras menos personas nacen, no hay quien asuma los trabajos de la gente que se jubila o se muere. Esta situación ya se está viendo en Italia, donde se están cerrando salas de maternidad; en China donde ya existen «ciudades fantasmas»; y en Corea del Sur que no tiene suficientes alumnos en las universidades. Varios países ya enfrentan problemas con su sistema de jubilación también, porque la población de retirados pudiera en cualquier momento ser mayor que la cantidad de personas activas laborando. Como el sistema de pensiones no es una alcancía donde se guarda el dinero para dártelo cuando dejas de trabajar, sino que se reinvierte, depende por completo de la circulación laboral. Pero, si en un país hay más gente recibiendo dinero del Estado por jubilación que gente trabajando y pagando impuestos, la economía se cae. Peor, aunque muchas predicciones dicen que la baja en los nacimientos traerá cambios negativos en la economía mundial, otros investigadores aseguran que todo lo que existe ahora lo hemos hecho nosotros mismos, así que en un futuro, también sabremos adaptarnos a lo que haya y vamos a vivir en un mundo más verde. A nosotros quizás no nos toque ver ese futuro, pero a nuestros hijos y nietos sí, así que si ya de por sí serán pocos, procuremos dejar futuros adultos buenos y empáticos en el mundo. | | | | | | |