Hoy día, con espantosa frialdad y simplicidad, asesinos de varias personalidades como Micky Bretón, Canserbero y Selena Quintanilla, que alcanzaron notoriedad, además de acabar con su existencia, han buscado apoderarse de los vestigios de esta popularidad y han compartido con el público sus miserias, desde entrevistas, series de televisión y declaraciones de cómo sucedieron estos hechos sangrientos que terminaron marcando la sociedad.